La yerba mate, además de su modalidad habitual (mate con bombilla), puede disfrutarse de distintas maneras como ser: el MATE COCIDO, MATE FRÍO y TERERÉ.
“Ofrecer un producto de primera calidad y de excelente presentación”
Las semillas frescas, lavadas y limpias, una vez secas y sembradas entre los meses de marzo-abril en platabandas de tierra vegetal y recubiertas luego por un ligero mantillo de buena tierra vegetal, liviana, con abundante riego y buen cuidado; germinan y brotan entre los 30 a 60 días. Cuando la plantita alcanza a tener 4 o 5 hojitas, se las lleva al vivero donde se las mantienen durante nueve meses a un año a media sombra y bien regadas hasta el momento de su traslado al lugar definitivo. Se efectúan las plantaciones -con un máximo de hasta 1000 plantas por hectárea- en "curvas de nivel" a efectos de preservar los cultivos de la intensa erosión hídrica, notable en Misiones en razón de sus tierras onduladas, sometidas a frecuentes lluvias torrenciales. En el período de su arraigo, un año aproximadamente, se reponen las fallas y mantienen limpias de malezas, en tanto que en los años siguientes se procede, mediante poda, a dar forma adecuada a la futura planta. De estas podas dependerá luego una buena cosecha por lo que se trata de obtener una planta de escasa altura y gran copa, que permita una buena luminosidad y facilite el acceso y labor del cosechero.
La cosecha consiste en el cuidadoso corte de las ramas, cargadas de hojas, mediante tijera, machete o serrucho, según lo requiera el grosor de las ramas a cortar. La primera cosecha suele realizarse entre el 4º y 5º año de implantación. La cosecha se efectúa preferentemente entre los meses de mayo a octubre, cuando la planta ha detenido la circulación de su savia y en que cuenta con un mayor porcentaje de hojas maduras. En los yerbales de cultivo, cosechadas las ramas, se procede a la "quiebra" eliminando las más gruesas y se separan en una operación, conocida como "viruteo", las hojas aisladas. Las ramas ya quebradas, tarea que se realiza a efectos de facilitar su transporte y posterior elaboración, se acondicionan, sobre amplios lienzos de arpillera conocidos en la jerga yerbatera como “ponchadas" las que, recogidas y atados sus cuatro extremos, constituyen el "raído". En circunstancias climáticas favorables, una buena plantación puede dar por planta, unos 20 a 25 kilogramos de hoja "verde", rendimiento que varía según la edad de la plantación y su zona de implantación.
La elaboración de las hojas, que comprende el "sapecado", el "secado o secanza" y el "canchado", debe iniciarse dentro de las 24 horas de cosechadas, con el fin de evitar su fermentación y con ello, su inutilización y pérdida. El “Sapecado” consiste en la exposición de las hojas a la acción directa de un fuego vivo para detener su oxidación y fermentación. Durante este proceso, la hoja pierde un 20% de su peso por deshidratación. Dentro de las 24 horas siguientes al sapecado, la hoja debe ser sometida a un proceso de “Secado” hasta reducir su contenido en humedad a aproximadamente un 5 a 6%. Secada la yerba, con el fin de facilitar su embolsado y transporte, se procese a un proceso de trituración llamado “Canchado”.
Luego de canchada, la yerba se estaciona embolsándola en bolsas de arpillera durante un período mínimo de nueve meses. La yerba mate canchada y estacionada es la materia prima que mediante sucesivas operaciones de trituración, zarandeo y mezclas se adecua al uso de cada región.
El envasado es de fundamental importancia, ya que, cuánto más hermético sea el envase, mejor se conservarán las propiedades del producto. Para ello hemos adquirido modernas máquinas envasadoras de alta tecnología y hemos cuidado minuciosamente el diseño de nuestros envases. Toda nuestra organización tiene un único propósito: “Ofrecer un producto de primera calidad y de excelente presentación” para lucir a nuestros clientes y satisfacer a nuestros consumidores.
La yerba mate, además de su modalidad habitual (mate con bombilla), puede disfrutarse de distintas maneras como ser: el MATE COCIDO, MATE FRÍO y TERERÉ.
Aquel té de los jesuitas del siglo XVII hoy se ha convertido en el mate cocido, la infusión más popular que, por el bajo costo de la yerba mate comparado con el té y el café, ha sido desde principios del siglo XX, el alimento básico en cuarteles, colegios, prisiones y hospitales, además de ser el único sustento en las clases más indigentes.
Calentar a fuego lento, sin dejar que hierva el agua con la yerba. Dejar enfriar y luego llevar a la heladera. Se le puede agregar limón. También se pueden agregar hojas de menta, hilos de jengibre. Puede llevar azúcar, miel, edulcorante, agregado de sabores, como pomelo o naranja; hierbas, como manzanilla o boldo.
Es una buena manera de aplacar la sed durante los días de calor.
1. Poner yerba mate en un recipiente de vidrio o metálico.
2. Preparar una jarra de agua y agregar hielo a gusto.
3. Cebar lentamente.
4. Después de la tercera o cuarta cebada, la yerba se enfría y ya empieza la sensación refrescante.
Y bien estacionada. El agua no debe exceder de los 86°C. Tanto el mate como la bombilla deben estar lavados sin detergentes, sólo con agua, para no alterar el sabor.
Cargar con Yerba las ¾ partes de la capacidad del mate.
Tapar la boca del mate, volcar el mate boca abajo.
Agitar enérgicamente el mate. De esta manera, el polvo presente en la yerba se deposita en la superficie. Así se impide que se obture la bombilla.
Girar el mate dejando un hueco lateral, cuidando que no vuelva a depositarse en él la yerba.
Verter agua (menos caliente) en el hueco, cuidando de no mojar el resto de la yerba.
Absorbida, colocar la bombilla inclinada en la parte de yerba húmeda del mate tapando el pico para que no entre aire y se tape.
Verter lentamente el agua caliente cerca de bombilla y sin mojar el resto de la yerba.
Comience a "cebar" y a disfrutar del mejor mate.